Ya está aquí. Un nuevo libro de Carlos Ruiz Zafón ha llegado a nuestras librerías este jueves, y pretende seguir haciéndonos soñar con esta historia. Será la tercera novela de la serie que dio comienzo con “La Sombra del Viento”, allá por el año 1964 y que, aunque no ganó el Premio Fernando Lara al que su autor lo presentaba, sí acaparó la atención de Terenci Moix, miembro del jurado, quien le recomendaría al autor efusivamente su publicación.
Actualmente, se han vendido más de 10 millones de ejemplares y sigue cautivando día tras día a nuevos lectores que descubren en Daniel Sempere un entrañable compañero con el que vivir inimaginables aventuras.
Pero, aunque la historia es realmente entretenida, probablemente lo que más me cautivó cuando hace años la primera parte de esta serie de tres libros cayó en mis manos fue sin duda la cuidada narrativa y el rico léxico que caracteriza a este escritor. Cada frase parece estar minuciosamente escogida para envolverte en un aire de misterio, fragilidad y miedo. La mente se traslada a una Barcelona en blanco y negro en los años en que da comienzo la Segunda Guerra Mundial y una necesidad de seguir leyendo te invade desde la primera página.
Lo mismo me pasó con su segunda parte, “El Juego del Ángel”, aunque si tuviese que escoger entre las dos seguiría quedándome con la primera, aquella que me permitió descubrir a este autor.
Ahora, una tercera parte nos espera, con nuevos misterios entre una nebulosa que delicadamente se irá retirando conforme avancemos en sus páginas.
Actualmente, se han vendido más de 10 millones de ejemplares y sigue cautivando día tras día a nuevos lectores que descubren en Daniel Sempere un entrañable compañero con el que vivir inimaginables aventuras.
Pero, aunque la historia es realmente entretenida, probablemente lo que más me cautivó cuando hace años la primera parte de esta serie de tres libros cayó en mis manos fue sin duda la cuidada narrativa y el rico léxico que caracteriza a este escritor. Cada frase parece estar minuciosamente escogida para envolverte en un aire de misterio, fragilidad y miedo. La mente se traslada a una Barcelona en blanco y negro en los años en que da comienzo la Segunda Guerra Mundial y una necesidad de seguir leyendo te invade desde la primera página.
Lo mismo me pasó con su segunda parte, “El Juego del Ángel”, aunque si tuviese que escoger entre las dos seguiría quedándome con la primera, aquella que me permitió descubrir a este autor.
Ahora, una tercera parte nos espera, con nuevos misterios entre una nebulosa que delicadamente se irá retirando conforme avancemos en sus páginas.
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