Pocas palabras ha necesitado The Artist para conquistar al jurado de los más prestigiosos galardones del cine.

Se llevó casi todos los premios importantes:

Mejor película: The Artist
Mejor dirección: Michel Hazanavicius - The Artist
Mejor actor principal: Jean Dujardin - The Artist

Tan sólo le concedió su merecido homenaje a la gran Meryl Streep por su papel en La dama de hierro, que se hizo con su tercera estatuilla.

Si no la has visto todavía aquí tienes el trailer para animarte:

Muchos creen que Internet está acabando con la prensa, con el periodismo y los profesionales dedicados a informar a la población de cuanto ocurre. Creen que el papel está a punto de desaparecer y que los periódicos pasarán a formar parte del pasado, pero para mí, todo eso no son más que miedos infundados.

Cierto es que, con la llegada de Internet, mucha gente ha multiplicado sus fuentes de información, pero es ahí donde está el quid de la cuestión, en la diversidad.

Contar con plataformas, como esta misma, en la que gente como yo colgamos cuanto pasa por nuestra cabeza o aquello que nos resulta interesante en un momento dado, no significa que estemos comiéndonos el tan necesario espacio que ocupan los medios de comunicación.

Porque ellos tienen características muy importantes: Equipos capaces de cubrir noticias en diversos países, medios capaces de obtener información a la que el resto no podemos acceder y la obligación de escribir objetivamente (aunque no siempre se consiga).

Nosotros tenemos otras características: La posibilidad de escribir sobre aspectos que nos resultan cercanos o interesantes y la posibilidad de dar nuestra opinión al respecto. 

Pero, si lo que se busca es fiabilidad, será a los periódicos a donde acudirá el público. Lo bueno de la red es que debilita la Agenda-setting de los medios de comunicación, ¿lo malo?, no hay parte mala.


En la diversidad de informaciones y fuentes está la riqueza de la libertad de información, ¿quién podría desear volver atrás?

Juguetes rotos

Muchas familias desean adoptar. Parejas o incluso personas solas que no han podido tener hijos o que simplemente desean dar una familia a uno de tantos niños que esperan encontrarla. Un núcleo donde crecer, reír y compartir experiencias, pero sobre todo, un lugar donde, por fin, encontrar el amor y el cariño que les han sido negados. Cada uno tiene un pasado distinto, no se puede generalizar en esto, como tampoco se debe hacer en referencia al compromiso que adquieren estas familias.

La decisión de adoptar no es algo que se tome a la ligera. Se presupone un periodo de reflexión en las personas implicadas que deciden aventurarse en este arduo proceso. El procedimiento no es sencillo, pueden tardarse años, años repletos de entrevistas, papeleos y pruebas para determinar si se es o no apto para que la vida de un menor te sea confiada.

Muchas familias ilusionadas, que han hecho frente a largos procesos de selección, son descartadas por nimias razones. Muchas otras son escogidas como el núcleo familiar idóneo para la acogida del menor y tiempo más tarde se derrumban al ver que las obligaciones o los conflictos que se generan en el hogar no son lo que esperaban. Habían imaginado una familia feliz, sin dificultades ni periodo de adaptación. Un menor llegado de una realidad dispar que de repente se adapte a nuevas costumbres, nueva lengua y nuevos derechos y obligaciones presentará dificultades.

Es evidente que la edad del menor influye, ¿cómo podría no hacerlo? Aquellos con edades superiores a los diez años tienen mayores dificultades de adaptación, pero ¿es eso una novedad para las familias dispuestas a realizar una adopción?, ¿se han planteado que el niño o niña deberá aceptarles a ellos también?, ¿han meditado que lo que hacen no es una compra de un producto, sino una acogida de un ser humano?

Indudablemente muchas no están preparadas para la labor que deben desempeñar a partir de entonces. Los datos lo muestran sin pudor alguno y son, por sí solos, alarmantes.

Que 77 menores hayan sido abandonados por sus padres adoptivos en Cataluña durante los últimos diez años debe ser motivo de sincera reflexión. Estos menores pueden haber quedado marcados para el resto de sus vidas. Dolidos por haber fracasado en la búsqueda de un hogar, quizás el único anhelo que han albergado durante años en centros de acogida. Y lo estarán, ya que muchos de ellos superan los diez años y no olvidarán que fueron rechazados.

La solución está en manos de las autoridades. Ellas son las que pueden intensificar los procesos de selección, cambiar los criterios por los que las familias son escogidas, modificar las características que deben albergar e intentar descubrir si ante la presión, lo darán todo por perdido.

El conseller de Bienestar Social y Familia de la Generalitat, Josep Lluís Cleries, ha anunciado que a partir de marzo algunos aspectos en el proceso de selección de aquellas familias que aspiran a lograr una adopción serán modificados.

Debe encontrarse una forma de medir el compromiso individual. De no primar tanto los medios económicos como la necesidad de no tratar al menor como un “juguete”, pues lo único que les asemeja a ello es que también pueden acabar “rotos”.

¿Sabías que los que se reúnen a lo largo de la alfombra verde de los Goya son figurantes contratados para que piropeen y aplaudan a los actores y actrices que pasean sus mejores galas a la entrada de los Goya? Yo no lo sabía. Lo cierto es que parece ser una práctica común desde hace unos años, con el fin de evitar abucheos a miembros de la academia o representantes políticos.

La cultura está en boca de todos, pero cada uno lo interpreta a su manera. Los internautas son partidarios de que esta pueda compartirse libremente en la red, de que todo el mundo pueda tener acceso a ella, o que al menos los precios disminuyan para que el nivel de acceso a la cultura sea mayor.

Por su parte, muchos de los creadores de esta cultura luchan porque la red se reduzca cada vez más y las posibilidades de difusión de sus obras cada vez sean menores. Luchan por que los consumidores tengamos cada vez menos fuentes a las que acudir para obtener esa cultura y los precios sigan siendo altos.

Si bien es cierto que muchos de estos autores no obtienen grandes beneficios y son las organizaciones las que se aprovechan de los llamados “derechos de autor”, la pregunta que pueden hacerse muchos es: ¿Por qué no eliminamos los intermediarios?

En fin, de nuevo la misma polémica de siempre. Lo nuevo este año ha venido con las detenciones que efectuó la policía en las inmediaciones del Palacio de Congresos, asegurando que, todos aquellos individuos que poseían una máscara de Anonymous entre sus pertenencias constituían una amenaza para la seguridad. Se les obligó a quitarse las máscaras y se efectuaron numerosos registros, deteniéndose incluso a aquellos que acompañaban a quienes eran propietarios de una de estas caretas.

¿Es que nos hemos vuelto locos? Anonymous prometió acciones en los Goya 2012 y su primera acción fue tirar la web de la Academia de Cine mediante un ataque DDoS, en su protesta por la ley Sinde-Wert, que comenzó el pasado 28 de enero colgando los datos personales de algunos de los defensores de la polémica normativa.

Podemos estar a favor o contra de estos métodos, que en muchos casos, con sus acciones ilegales hacen un flaco favor a la lucha por el libre acceso a la cultura, pero lo que sin duda no puede ser discutible es la libertad de expresión. Uno de nuestros derechos fundamentales.

Únete a él

La desesperanza empieza a calar entre algunos presidentes latinoamericanos. La inseguridad de sus calles, el desconsuelo de sus ciudadanos y la dificultad de gobernar un territorio sin ley cada vez lo hacen más cuesta arriba. Las paradisíacas playas de Colombia rodean un territorio repleto de conflictos diarios, de desapariciones, asesinatos o matanzas a plena luz del día, sin que nadie, ni siquiera la policía o incluso el ejército, sea capaz de reprimirlo.

Ciudad Juárez, en México, tiene el nada anhelado honor de ser una de las ciudades más peligrosas del mundo. Todo ello gracias a la droga, sí.

¿Dónde está el dilema?, ¿qué hay más allá de un consumo altamente dañino? El deseo del hombre de dominar, de someter, de oprimir, sean cuales sean las consecuencias. Ese es el problema. La ausencia de remordimientos de unos y el desasosiego de otros.

Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Pero en realidad esta frase esconde tanta violencia, tanta opresión y pobreza, tantos niños convertidos en sicarios, tantos adictos que conocen las mil caras de la droga antes de siquiera aprender a leer, que produce escalofríos.

Guatemala ha lanzado la primera piedra. No ha sido México, Colombia o Estados Unidos, y ello ha encendido a quienes incluso en esto, esperan dominar. ¿Qué derecho tiene Guatemala a proponer una solución a un problema de este calibre si es solo “un pequeño eslabón en la cadena”?

Todo el derecho que el sentido común pueda reunir, toda la legitimidad que la esperanza pueda albergar, todo, y a la vez, no ha sabido arriesgar.

Hace solo unos años podíamos leer la noticia de que en Holanda estaban cerrando cárceles por falta de presos. Holanda, país conocido por la legalización de las drogas, pero ¿de qué drogas? He aquí el quid de la cuestión. Las drogas que son lícitas en Holanda son tan solo aquellas drogas conocidas como drogas “blandas”, alucinógenos y excitantes, pero no el tipo de droga con el que trafican los cárteles en Latinoamérica. Estas drogas por las que se comenten crueles asesinatos, las drogas capaces de dirigir un país, de someter un gobierno o subyugar una sociedad, son otras mucho peores.

Legalizarlas puede ser una solución a corto plazo, pero es ahí donde está el problema, en el corto plazo. En materia de adicciones, si relegamos a las drogas a una simple adicción, estaremos obviando un problema mucho mayor, un problema social, de derecho a la infancia, e incluso en ocasiones un dilema de derechos humanos.

Porque hacerlas legales reducirá el poder de los cárteles, pero no eliminará un problema social que ya ha llegado a niveles tan altos que es imposible vislumbrar la cima de la solución. Porque la corrupción de altos cargos será la mayor barrera que, propuestas como esta, deberán superar. Porque donde algunos ponen la cara y afirman desear el fin de esta coyuntura, otros arriman la cartera y sacan tajada, y no a cualquier precio, a uno muy alto.
Tras la sanción a Alberto Contador, el canal francés ha realizado una serie de sketches cuestionando la limpieza (en lo que al consumo de sustancias dopantes se refiere) y la honorabilidad de nuestros mejores deportistas.





A pesar del revuelo que los vídeos han causado entre la opinión pública española y las posibles demandas que puedan interponerse contra el canal, los franceses parecen continuar en sus trece. Los guiñoles continúan la misma línea que ya comenzaran días pasados y parecen hacer oídos sordos a las críticas.

Lo cierto es que la dificultad que presentan los franceses (o algunos de ellos, no está bien generalizar) para asumir las victorias de nuestros deportistas y sus excelentes carreras está resultando cada vez más ridículo.

A las frías acogidas de Rafa Nadal en París y otros sabidos desplantes se suman ahora estos vídeos que no hacen sino  ofender a quienes han hecho de su amor al deporte limpio, su profesión.

Lo que seguramente estén ganando con todo este revuelo sea audiencia. ¿Merecen la pena estos métodos?
Samuel Aranda, fotógrafo español, ha sido galardonado hoy viernes con el World Press Photo 2011 por la siguiente instantánea tomada para el periódico The New York Times:


Se trata de una mujer, con un velo que cubre la práctica totalidad de su cuerpo, consolando entre sus brazos a un familiar herido, cuyo torso abraza emotivamente.

No es el primer español que consigue hacerse con este premio. Hace treinta años, Manuel Pérez Barriopedro, reportero de la agencia EFE, obtuvo el galardón por la siguiente foto: 


¡Qué frío! Estos días no paramos de repetir esta frase, y es que Europa está envuelta en una ola de frío siberiana que ha alcanzado temperaturas de hasta 28 grados bajo cero en el este de Alemania.

La bajada de los termómetros está provocando además problemas en el suministro de energía y en los servicios de transporte en parte del continente.

Italia está siendo uno de los países más afectados de Europa occidental, donde ya ha habido 18 muertos a causa de las bajas temperaturas y donde el consumo de gas está alcanzando máximos históricos.

Aunque en los próximos días las temperaturas darán una tregua, la ola de frío continuará a partir del miércoles.

Este cambio repentino de las temperaturas nos ha dejado numerosas instantáneas, aquí van algunas de ellas: 





Este cambio repentino en las temperaturas no ha enfriado el ingenio de los internáutas:

El déficit ahoga y aprieta cada vez más. Esta realidad se ha cobrado como últimas víctimas las futuras centrales de energías renovables mediante un Real Decreto Ley anunciado por el Gobierno que pretende suspender la concesión de primas a nuevas instalaciones no solo de energía, sino también de residuos y cogeneración. Esas centrales por las que se debe apostar, ese tipo de energía que defienden los expertos medioambientales, la única salida hacia un mundo más sostenible ha sido arrasada.

Cierto es que el sistema eléctrico arrastra un déficit público que alcanza ya los 24.000 millones de euros, pero este freno a la producción de energías limpias puede acarrear graves consecuencias. La dependencia de importaciones de crudo se incrementará y no repercutirá precisamente de forma positiva en el déficit.

Según el Gobierno, las energías renovables han crecido en exceso, especialmente las centrales de tecnología termosolar, y si no se frena esta tendencia, el déficit eléctrico aumentará entre 3.000 y 4.000 millones de euros al año, según advirtió el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. La inoportuna suspensión no tendrá carácter retroactivo, pero afectará a todas las instalaciones que todavía no hayan sido inscritas en el registro de preasignación de régimen especial. 

Pero, ¿Es realmente necesaria una medida como esta?, ¿Se conseguirá ese “mix equilibrado” que pretende el Gobierno? La realidad, sin embargo, presenta unas previsiones mucho menos halagüeñas para los consumidores, que podrían ver afectada la factura de la luz. Actualmente esta factura está compuesta por dos partidas de igual cuantía. Por un lado, la subasta, según los costes de las empresas eléctricas, y, por otro, los peajes, impuestos por el Ejecutivo. Es evidente que los costes de las compañías van a incrementarse desde el momento en que las subvenciones sean retiradas, y lo más preocupante es si las familias podrán hacer frente a un nuevo dispendio.

Según datos de de la Comisión Nacional de la Energía, en 2011 se destinaron 6.409 millones de euros en primas a las centrales de este tipo, un gasto mucho menor al empleado en países como Dinamarca, donde llevan apostando por este tipo energías limpias desde hace décadas.

El Gobierno no ha ofrecido una estimación clara especificando el ahorro que supondrá la implantación de esta medida, pero prevé economizar unos 160 millones de euros. Se trata de una cifra que a priori puede resultar elevada. Sin embargo, los costes asociados a esta medida son muy superiores.

Las relaciones con países ricos en petróleo deberán reforzarse creando más dependencia de las férreas dictaduras del crudo, con lo que esto supone en términos políticos. Además, se trata de una apuesta encubierta por la energía nuclear que tan mala fama ha recogido durante los últimos años, ya que no solo desaparecerá el excedente de energías producido por las centrales limpias, sino que la producción total se verá afectada. Una medida controvertida que puede traer peligrosas consecuencias en el futuro.