Todos hemos oido hablar del caso Watergate pero, ¿en qué consistió realmente? Pues bien, he aquí una explicación del que sería el escándalo político de mayor transcendencia en EE.UU.

El escándalo del Watergate comenzó con un extraño allanamiento de la sede del Comité Nacional del Partido Demócrata en el complejo de oficinas Watergate, en Washington, D.C. El nombre de este complejo de oficinas daría nombre a uno de los más sonados casos de espionaje en la historia de la democracia.

Corría el año 1972, en pleno proceso electoral para la elección de un nuevo presidente o la reelección del presidente Nixon.

En la madrugada del 17 de junio de ese mismo año Frank Wills, guardia de seguridad del Complejo Watergate, se percató de que alguien había entrado en el edificio violando los controles de entrada. Tras detectar a los intrusos Wills llamó a la policía y cinco hombres fueron arrestados dentro de la oficina del Comité Nacional del Partido Demócrata, sede del principal partido de la oposición.

Estos cinco eran miembros de una operación de la CIA llamada La Operación 40. James McCord, líder del grupo, era Director de seguridad del "Comité para la reelección de Nixon", un equipo de militantes del Partido Republicano creado por el propio Richard Nixon para apoyar su campaña reeleccionista en las presidenciales de 1972, además de ser empleado del FBI y de la CIA, donde era el encargado de la seguridad física del Cuartel General.

Comenzó entonces una investigación alrededor de los extraños hechos, y poco después se descubrió que los cinco asaltantes fueron contratados y pagados de manera secreta por Howard Hunt y Gordon Liddy, dos hombres de nuevo vinculados al "Comité para la  reelección del Presidente".


El 15 de septiembre de ese mismo año los siete sospechosos, es decir, los cinco asaltantes junto a Hunt y Liddy, fueron imputados por conspiración, robo y violación de las leyes federales sobre intervención de las comunicaciones, tras lo cual se abriría un proceso judicial que sería dirigido por el juez John J. Sirica.

Los acusados fueron juzgados y condenados en enero de 1973, aunque la investigación no se dio por terminada al haber indicios de la existencia de más culpables relacionados con el caso.


La relación de los sospechosos con el mundo de la política hizo temer a mucha gente, incluyendo el propio juez Sirica que llevaba el caso, que la conspiración alcanzaba a miembros de esferas más altas del gobierno.

Una carta del propio James McCord informaba al juez Sirica de que estaba siendo presionado para que se autodeclarase culpable y de que existía un sistema de grabación en la Casa Blanca cuyas conversaciones serían claves para el caso. Tras numerosas batallas legales, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos dictaminó de forma unánime que el presidente Nixon debía entregar las famosas cintas y él, viéndose sin otra salida, termino por ceder.

Con la seguridad de que dichas pruebas le inculparían y tras una acusación de parte de la Cámara de Representantes y de una condena en el Senado, Richard Nixon dimitió diez días más tarde, pasando a ser el único Presidente estadounidense que ha renunciado a su cargo. Su sucesor, Gerald Ford, hasta el momento vicepresidente del gobierno, le concedería a Nixon un controvertido indulto por cualquier delito federal que hubiera cometido durante su mandato.

Este caso es estudiado en las universidades de periodismo desde entonces, ya que supone el nacimiento del periodismo de investigación en su verdadera esencia. El juicio avanzaba gracias a las publicaciones de dos jóvenes periodistas, Bob Woodward y Carl Bernstein, en The Washington Post, que contaban con una fuente de información, William Mark Felt (Deep Throat), número dos del FBI por aquel entonces, y quien encarnó el nacimiento del concepto de fuente viva de información.
No podría recordar con exactitud el número de veces a lo largo de la carrera de periodismo que hemos discutido en clase si las asignaturas que tenemos son las más adecuadas para lograr hacer de nosotros grandes comunicadores, o si no grandes, al menos unos comprensibles. Personas capaces de comunicar un hecho de forma clara y precisa, de hacer de acontecimientos complejos explicaciones entendibles, o de transmitir ideas u opiniones de forma atrayente.

Porque es ahí donde está la clave, en conseguir que el lector no abandone tu artículo, noticia, crónica o cualquier texto que te hayas propuesto escribir. “Debe atraer al lector”, nos dijo una profesora, “debe conseguir que quiera saber más”.

Para mí la clave no está en tener un millón de asignaturas en las que memorizar las pautas a seguir, sino en empaparte de aquellos que ya saben hacerlo. Leer, leer y leer. Sin duda, siempre habrá a quien se le de mejor, pero si no lees será difícil mejorar. Tantas veces como hemos tenido esta conversación he escuchado también decir a unos y otros que no les gusta leer. ¿Cómo va a gustarte escribir si ni a ti mismo te gusta leer lo que otros escriben? Y no hablo de noticias o artículos de prensa, hablo de libros, de historias, de aventuras que te atrapen y sin darte cuenta hayas devorado sus páginas. Hablo de coherencia.
Estas Navidades ha llegado la explosión. Por fin ese anunciado momento que nos vienen publicitando navidad tras navidad en los últimos años ha llegado. Pero no se ha producido porque las editoriales españolas, las verdaderas número uno en el mercado de habla hispana, hayan tomado la decisión de apostar por las nuevas tecnologías, no. Se ha producido por la llegada “relativa” de Amazon a España. Y digo relativa porque  su almacén nacional aún no es funcional y nos sirven los productos desde Francia o Alemania.

Pero, en lo que a e-books se refiere, da igual. Lo que verdaderamente importa es el modelo de negocio. Un negocio en el que al usuario se le provee de un equipo que facilita el proceso y que tiene un coste ínfimo para cualquier lector, por poco asiduo que sea. Un negocio que, basado en la tienda de libros, facilita al usuario las compras e incluso se aprovecha del consumismo "compulsivo", todo ello a precios mucho más competitivos. 

Es cierto que, a estas alturas, el modelo tradicional sigue siendo la tarta casi completa, pues la venta de e-books no representa aún niveles importantes, pero lo que importa es la tendencia, y lo que no nos podemos permitir es llegar tarde.

Quizá por no mermar unos ingresos seguros en el corto plazo, se ha puesto en peligro la continuidad de unas grandes empresas que hasta ahora eran referencia en el mundo hispano hablante.

Los lectores asiduos, los que compran varios ejemplares al mes, hace tiempo que habían descubierto las ventajas del libro electrónico, pero las editoriales no les escuchaban, era más importante mantener el negocio que satisfacer a la clientela y, ahora, los clientes y los autores quizá tienen otras referencias que harán más difícil mantener el negocio.

Fotoperiodismo

Simplemente... fotoperiodismo.



Si te ha interesado deberías echarle un vistado a este magnífico post de @kurioso.
¿Qué relación existe entre La verdad sobre el Caso Savolta  y el periodismo?

La relación existente entre el largometraje y el periodismo es fácilmente apreciable. Su protagonista, soberbiamente interpretado por José Luis LópezVázquez, ha pasado a formar parte de la lista de entrañables personajes de ficción que representan los deseos de un pueblo ávido de cambios.

Domingo Pajarito de Soto es un periodista independiente, pobre en recursos económicos pero rebosante de ideales. Comenzará una investigación a raíz de la muerte de un trabajador de la empresa de la familia Savolta y acabará descubriendo toda una trama de contrabando de armas. Su investigación representa la lucha individual de profesionales comprometidos contra grandes entramados empresariales, donde la moral será su único acicate.

Deberá hacer frente a presiones y sobornos para que la información que consigue ir recopilando no salga a la luz, pero Eduardo Mendoza ha creado un personaje de fuertes convicciones que acabarán costándole la confianza y el respeto de aquellos a quienes pretende defender.

Solo y vencido nunca dejará de creer en el cambio y en la existencia de personas que, como él, luchen por descubrir la verdad por encima de las recompensas monetarias. 


¿En qué medida esta película nos ilustra el conflicto social imperante por el que atravesaba España?

La película muestra sin tapujos el conflicto social en el que se encontraba sumida España durante los primeros años del siglo XX.

El transcurrir de la vida de hace cien años aparece fielmente reflejado en el largometraje, donde el conflicto social imperante propicia el surgimiento de una forma alternativa al periodismo oficial. Se trata del periodismo clandestino que intenta abrirse paso en una España invertebrada.

Domingo Pajarito de Soto (como principal exponente del movimiento en la obra) realiza este último tipo de periodismo, obligado a permanecer en la sombra mientras no se ajuste a lo que la burguesía desea mostrar en los medios.

En definitiva, la obra realiza un repaso por la historia de España, del cine español y de la literatura de nuestro país, mostrando la constitución del periodismo como el cuarto poder en España (junto al legislativo, ejecutivo y judicial).

Se sitúa al periodismo como forma de articulación social frente a la corrupción política y empresarial en unos años convulsos que acabarían desembocando en una terrible guerra civil y una dictadura, donde los derechos fueron recortados aún más.

Este desarrollo culmina con la transición hacia un proceso democrático y la llegada de un estado de libertad donde los profesionales pueden finalmente ejercer su profesión lejos de las presiones a las que se habían visto sometidos en años anteriores. Desgraciadamente surgirán otras, pero esa es ya otra historia.
Una asamblea de trabajadores, indignados por la reciente muerte de uno de sus compañeros, da comienzo a una magnífica adaptación cinematográfica. Su director, Antonio Drove, nacido en 1942, abandonó los estudios de Ingeniería Industrial para dedicarse de lleno a su verdadera pasión, el cine. Admirador de John Ford y Nicholas Ray, formó parte de la Escuela de Argüelles, escribió en el periódico El Mundo y rodó un documental sobre Luis Buñuel, otro de los grandes del cine.

Aprendió de Luis García Berlanga el arte de la narración cinematográfica y estuvo siempre comprometido con las necesidades sociales de la época, luchando contra la censura imperante ya desde que publicara su trabajo de prácticas en la Escuela Oficial de Cine, La caza de brujas, en 1967, que le valdría el reconocimiento entre los miembros de su generación.

La verdad sobre el casoSavolta, adaptación de la obra del mismo nombre del escritor español Eduardo Mendoza, se desarrolla en una Barcelona de principios del siglo XX donde la ética de los negocios rivaliza con la obtención de jugosos beneficios. La inestabilidad existente en materia política y laboral permanece reflejada magistralmente, mientras la violenta muerte de un obrero desencadena una investigación periodística (a pequeña escala) que acabará revelando el lucro empresarial por la venta de armamento a países que se encontraban participando en la Primera Guerra Mundial.

Intrigas empresariales y alianzas matrimoniales envuelven el reflejo de una sociedad obrera que empezaba a despertar pero era aplacada brutalmente con asesinatos constantes a líderes sindicales.

La obra supone una crítica feroz a la sociedad de la época y las enormes diferencias existentes entre la clase burguesa y la clase obrera. Los personajes encarnan perfiles de todo tipo donde comprometidos y sumisos se dan la mano en una historia que pretende mostrar la dignidad del pueblo español, lejos de tópicos y censuras. 


Hoy en día estamos hartos de oír hablar de la crisis, de cómo y por qué estamos en una situación económica tan crítica como en la que nos encontramos, de quiénes son o no son los responsables de tamaña recesión económica, de si se pudo (que se pudo) o no evitarla y de tantas otras cosas que aparecen cada día en nuevos documentales, películas o libros.

Otro de los temas estrella es el cambio climático, sí, ese cambio al que muchos abuelitos hacen referencia cuando dicen… “si esto ni es invierno ni es ná, cuando yo era joven los inviernos lo eran de verdad”. Y cierto es que estamos viviendo un invierno demasiado suave, pero el frío llegará, y cuando lo haga echaremos de menos estos inviernos “de mentira”.

Pues bien, ¿y si os dijera que entre estos dos aparentemente distantes temas hay quien ha encontrado una clara conexión? Una argumentación que afirma que no es casual encontrarnos en una situación crítica tanto a nivel económico como a nivel medioambiental.

Este es el caso del libro de Thomas Friedman, “Caliente, plana y abarrotada”, publicado por la editorial Planeta. A lo largo de sus páginas el autor de “La tierra es plana” justifica por qué considera que vivimos en un mundo caliente, plano y abarrotado, haciendo referencia a la globalización, el cambio climático y el creciente aumento de la población mundial.

Las numerosas anécdotas y el lenguaje desenfadado hacen de este libro un buen ejemplar para comprender temas actuales y descubrir nuevas perspectivas.